Te doy la bienvenida a ti, lector, al rincón de mis propósitos. Dejate llevar por la cadencia de mis letras, porque están hechas para ti, con el real afán de hacerte mío, de llevarte a mi lado, de tomarte de la mano mientras caminamos por los mas álgidos recovecos de mi mente. 
Tomame entre tus labios y pronunciame.

11 de mayo de 2010

Coma

-pon el café cariño, nos espera una larga noche.

Es lo que le dijo Nicolás a Catalina una noche, y cuanta razón tenia, esa fue la noche mas larga de su vida.

sobre un montón de papeles se desplomo Catalina, dos cortadas se hizo en el brazo izquierdo con los vidrios del florero que callo a su lado.

catalina se levanto al instante, esperando que Nicolás viniera en su auxilio, pero no fue así, Nicolás no estaba, ella coloco una toalla para detener la sangre que seguramente emanaba de las heridas del brazo, pero tampoco sangraba, seco el agua del piso y levanto los pedazos de vidrio, salió de la oficina y busco a Nicolás por todo el edificio, no lo encontró.

Salió a la calle y no había ni un alma, Catalina no comprendía que ocurría, al llegar a la zona de locales comerciales los encontro abandonados, las cenas calientes, las bebidas aun frías, las puertas abiertas y las cajas registradoras llenas, ¿que diablos estaba ocurriendo?

 Catalina tenia miedo, su corazón corría mas rápido de lo que sus piernas lograban hacerlo, estaba sola en la enorme ciudad.

regreso a la oficina sin esperar nada, pero se encontró con una sorpresa, el florero que había recogido antes de salir estaba en el piso, los vidrios en el mismo orden en que estaban antes de recogerlos y el agua corría aun por el suelo, las flores estaban desparramadas por todo el piso y  el perfume que desprendían flotaba por toda la habitación.


ya era de día, un rayo de luz se coló entre las persianas, la noche había terminado, Catalina las abrió y una luz blanca la segó completamente, cuando pudo volver a ver el sol golpeaba fuertemente en la ventana de una habitación que no reconocía, su cuerpo tenia una decena de cables conectados, y al instante no pudo mover músculo alguno, tras algunos segundos dos mujeres se acercaron apresuradas y murmuraban cosas que  catalina no podía entender, los sonidos eran lejanos, catalina intento concentrarse en el movimiento de sus labios, pero estaba demasiado aturdida, no comprendía nada. Catalina ya no tenia 27 años, sino 32.