Te doy la bienvenida a ti, lector, al rincón de mis propósitos. Dejate llevar por la cadencia de mis letras, porque están hechas para ti, con el real afán de hacerte mío, de llevarte a mi lado, de tomarte de la mano mientras caminamos por los mas álgidos recovecos de mi mente. 
Tomame entre tus labios y pronunciame.

16 de enero de 2011

Un montón de entradas sin completar, un montón de pensamientos sin pronunciar, un montón de cosas que me muero por gritar y que sin embargo no tengo ni idea de cuales son las palabras que lo podrían enunciar.

Las palabras se arremolinan en mi boca, en mis dedos, luchan por salir, desean ver la luz mas que nada en el mundo y de repente cuando estoy lista para dejarlas fluir se acobardan, se retractan y se retraen, todo aquello que quería salir retrocede y se oculta en la penumbra, esperando que alguien las encuentre, que alguien les de un poquito de luz o tal vez esperando otro arranque de valentía, de seguridad, ni siquiera es algo que pueda explicar, mas bien es algo que se siente.

Todas las cosas que escribo no son ni la mitad de las cosas que quiero decir, ya sea por falta de tiempo, por falta de creatividad o por falta de valor, pero siempre hay algo que me impide escribir como desearía.

La cosa mas valiosa, mas única y que realmente me pertenece a mi, en la que nadie interfiere y en la que solo yo tengo el control es esto, es lo que escribo, lo que digo, lo que pienso, por eso  dia a día me esfuerzo en vencer mis miedos, mi cobardía y mis ocupaciones, para escribir, para leerme, para pronunciarme, porque esto soy yo, así es como soy, y es lo que hago, no hay mas.